Uno de mis mayores logros en la vida ha sido dejar mi país natal para salir adelante en Estados Unidos. Batallé con las diferencias de cultura, lengua, costumbres, moneda, y otras más. Mi motivo de cada mañana era mis hijas.

Fumar lo hizo todo más difícil. Me quitaba energía para el trabajo, las ganas de convivir con mis hijas. No me sentía bien. Jamás me cuestioné si fumar era bueno o malo. Mis abuelos, mis padres, mis tíos; fumaban. Yo probé el cigarro porque me hacía sentir más grande.

Dos familiares fallecieron de cáncer causado por el cigarro y eso me abrió los ojos. Ahora que lo dejé tengo más energía, ahorro bastante dinero y disfruto haciendo ejercicio. Una de mis actividades favoritas es patinar con mis hijas.