“Empecé a fumar en la universidad para estar en onda, porque me pareció chido”, recuerda Diana. Aunque también menciona que el cigarro fue su primer remedio contra la ansiedad que le provocó cambiar de residencia de México a los Estados Unidos. “La cultura es muy diferente, el cambio me dio ansiedad y empecé a fumar unos tres cigarros al día.”
Afirma que nunca fumó más de tres cigarrillos al día y que nunca creyó que lo necesitara porque siempre lo podía dejar a voluntad. “Lo dejé un par de veces por varias semanas, pero siempre volvía”. Cuenta que regresó a fumar cuando se sentía ansiosa o bien cuando estaba en algún ambiente social en el que veía a personas fumando y disfrutando. “Me fui de vacaciones y vi que había varias personas fumando y se me hizo fácil pedir un cigarro”.
En una de esas ocasiones en las que volvió a fumar, Diana recuerda que al hacer ejercicio le empezó a faltar el aire. “Tuve problemas de salud, tosía mucho y me dio dolor de garganta.” Fue cuando por fin se decidió a dejarlo por completo. Por suerte, siempre tuvo el apoyo de sus amigos que la animaron a dejarlo y le compartieron información. “Me compartían páginas con datos y consejos, y yo también me metí al Internet a buscar y a comparar información”.
Diana relata que al principio fue difícil, sobre todo en las fiestas en las que asociaba el pasárselo bien con fumar. También cuenta que tuvo que encontrar otra forma de combatir la ansiedad: “ahora me da ansiedad y me pongo a comer”, dice de forma cómica. Pero luego revira y menciona que regresó al ejercicio, al gimnasio y le emocionó ver que ya no le faltaba el aire, que podía terminar sus rutinas.
Desde que dejó el tabaco, Diana ha ayudado a otras personas que están batallando por dejarlo. “Tengo una amigo que ya estaba muy flaco, como seco de tanto fumar. Lo animé a dejarlo y le costó mucho pero finalmente lo dejó, aunque ahora batalla por no recaer”. Diana cree que el gobierno debería hacer más campañas en las escuelas, en las calles, hasta casa por casa, para ayudar a todas esas personas que están intentando dejar el cigarro y no tienen apoyo. “Me imagino como un AA, pero para personas que quieren dejar de fumar, con folletos, conferencias y pláticas para todo tipo de personas, pero sobre todo para jóvenes.”