Apilando hábitos

"Esta sensación de ansiedad me ha hecho pensar en mi cigarro más que nunca y eso no me lo podía permitir".

7:00 am:  suena el despertador. Veo mi celular y tengo el impulso de tomarlo pero me detengo – ¡No abras Twitter, no abras las noticias, respira primero, no llenes tu cabeza con información angustiante desde temprano! – me digo a mí misma.  Tomo mi vaso de agua, mi libreta y respiro.

Aún recuerdo cómo hace dos años, Twitter y las noticias eran mi ventana al mundo exterior mientras estábamos en aislamiento, y lo mucho que disfrutaba tener ese espacio donde pudiera estar al tanto de todo lo que pasaba fuera de mi departamento. Pero desde hace unas semanas, incluso meses, me he dado cuenta de que ese sentimiento de curiosidad fue reemplazado por uno de ansiedad terrible. El repunte de COVID, nuevas cepas surgiendo alrededor del mundo, una nueva guerra, la crisis económica; cada nueva noticia me provocaba una sensación constante de que el mundo sigue girando pero solo para traernos cosas negativas. Esta sensación me ha hecho pensar en mi cigarro más que nunca y eso no me lo podía permitir. Pero, ¿ahora qué mágica carta sacaría de la manga? 

Por insistencia de la sobrina o tal vez por mis ganas de seguir sintiéndome jóven, hace unas semanas descargué TikTok. Fuera de los bailes y videos de recetas, que valoro infinitamente, me encontré con un video bastante interesante en el que una neuróloga hablaba sobre algo llamado “habit stacking” o el apilamiento de hábitos. La Dra. explicaba que la idea de cambiar ciertos comportamientos en nuestro día a día puede parecer sumamente abrumador por lo mucho que nuestra mente suele depender de ellos, como lo es el fumar. Por  eso, propone dos estrategias que pueden hacernos la vida un poco menos difícil al intentar cambiar ciertas de nuestras prácticas en el día a día: 

  1. Incorporar un hábito adicional a algún otro que ya tengas diariamente. Por ejemplo, si tu objetivo es tomar más agua durante el día, puedes, a partir de mañana comenzar a tomarte un vaso antes o después de lavarte los dientes o mientras haces el café de las mañanas. Es decir, en el momento en el que ya tienes una costumbre habitual.
  2. Sustituir los hábitos que quieres cambiar con cosas que te motiven o que te gusten. Por ejemplo, ahora todas las mañanas, en vez de leer las noticias y ver Twitter, lo primero que hago es tomar un vaso de agua y escribir los sueños que tuve o los pendientes que tengo que hacer en el día. 

Así, cuido que lo primero que reciben mi mente y corazón por la mañana sean las que contribuyen a tener un mejor día. Ya después, puedo informarme sin que me genere ansiedad, limitando el tiempo que dedico a redes sociales. Me encantaría decirles que es la fórmula mágica pero lo cierto es que hay días más difíciles que otros. Ser amable conmigo misma y entender que lo que estoy viviendo es un proceso que requiere un esfuerzo diario, me ayuda a mantenerme motivada (eso, y que ahora puedo ver a Thor haciendo ejercicio en TikTok!!!). 

Written By Smokefree Oregon
Posted 11/4/2022

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